Chávez denuncia "plan político y militar" de EE.UU. para la región
El presidente venezolano, Hugo Chávez, dio a conocer hoy una carta dirigida a sus pares de la Unasur -que se reunirán mañana en San Carlos de Bariloche- en la que denunció un "plan político y militar" de Washington contra los países del continente.
"Queremos denunciar, aquí y ahora, que este hecho es parte de un plan político y militar orquestado para acabar con el proyecto de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur)", enfatizó Chávez, al referirse a la intención de instalar siete bases norteamericanas en Colombia.
Según Chávez, ese plan es "la más grande amenaza en este momento histórico, para las infinitas riquezas que yacen en nuestro continente".
Así, sostuvo que el interés de la Casa Blanca es "el oro negro, nuestro petróleo; el oro azul, las grandes reservas acuíferas y el oro verde, nuestra amazonia".
"En los últimos días, hemos recibido las manifestaciones de preocupación y de solidaridad de los Pueblos y gobiernos del continente; así como también de un importante sector de la sociedad colombiana", señaló Chávez, en la carta publicada por un matutino porteño.
Alberto Fernández se reúne con enviado de Obama
Esta mañana, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, tenía previsto recibir a un enviado del presidente estadounidense Barack Obama para analizar el conflicto por las bases militares en Colombia, a pocas horas de la cumbre de los jefes de Estado de Unasur en Bariloche.
Se trata del subsecretario de Estado Adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Christopher McMullen, quien cumple una misión relámpago en la región para precisar la posición norteamericana sobre el convenio firmado con el presidente Alvaro Uribe que generó alarma en la región.
En declaraciones a la prensa ecuatoriana, McMullen sostuvo días atrás que el acuerdo militar con Bogotá se da dentro de un proceso de regularización de la asistencia que brinda la Casa Blanca, que implicará un proceso de reducción del número de tropas norteamericanas en Colombia que "durará dos o tres años", tras los cuales la presencia "será mínima".
Según el funcionario, Washington busca el acuerdo con Bogotá para tener acceso "en caso de que haya una emergencia humanitaria, un desastre, más problemas con las FARC o con otros grupos irregulares".
